Con este microrrelato gané un concurso en mi ciudad en 2019, el segundo desde el del instituto. Fue una sorpresa para mí porque era uno mayor en el que ganaba, más serio, contra más personas competía. Un pequeño avance más en mi escritura. Incluso me hicieron una pequeña entrevista en su blog Travesías de tinta, una primera oportunidad de mostrarme un poco. Me dio ánimos a seguir participando en muchos más con mis microrrelatos.
Páginas viejas
Después de haber estado muchos años sin funcionar, sus teclas volvieron a sonar. Aquella melodía de mi infancia regresó a mis oídos. Esta vez no era mi abuela la que la producía, sino yo que, sentada en aquella vieja biblioteca que siempre visitaba, las acariciaba con mucho cuidado. Saqué la página completa de la máquina de escribir y leí una vez más aquella primera frase escrita en el papel. Veinte años hacía desde aquel punto y aparte que ahora yo había continuado. Con cuidado coloqué la hoja sobre el resto, ya amarillas por el paso del tiempo, e introduje una nueva en la máquina. Cerré los ojos y recordé una vez más aquella historia que mi abuela siempre me contaba de pequeña. Aquella que en sus ratos libres comenzó a escribir en la máquina del abuelo, siempre a escondidas. Solo yo supe de su existencia y pronto el resto del mundo la conocería.
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