La capa

Este relato corto fue una tarea inicial del curso de primero de Bachillerato. El profesor nos puso una sola condición, meter a Caperucita Roja y a James Bond en una historia. La primera la conocía y podía hacerla mía, del segundo no soy fan y apenas sé de él, ni una película suya me he visto. Así que me fue muy difícil meter a esa persona y hacer una historia junto a Caperucita Roja. Aun con eso, me acabó quedando un relato que me gustó y para mí yo adolescente estaba muy bien, pero, como siempre, no me atreví a presentarme voluntaria para leerlo en clase y el profesor tampoco me eligió.


La capa

Las nubes apenas dejaban pasar los rayos de sol. La escasa luz que se colaba por los amplios ventanales era la única iluminación de aquella cafetería. Él tomaba su café en la mesa más alejada de la entrada.
El silencio de aquel establecimiento se vio interrumpido por la puerta al abrirse. Una chica rubia de ojos azules acababa de entrar. Recorrió el local con la mirada antes de encaminarse hacia la misma mesa que él.
-Necesito tu ayuda -dijo mientras tomaba asiento.
-Estoy ocupado.
Ella puso un maletín sobre la mesa y lo abrió para que pudiera ver su contenido.
-Si me ayudas, todo este dinero será tuyo.
-¿Qué necesitas?
-Me han robado mi capa y quiero recuperarla. La única pista que tengo es que la persona que me lo ha robado vive en esta ciudad.
-De acuerdo, te ayudaré -dijo James bond.
La chica cogió el maletín y se levantó.
-Tengo nombre, pero todos me llaman Caperucita Roja.

Casi dos semanas después se reencontraron.
-¿Para qué has quedado conmigo aquí? -preguntó Caperucita.
-Pensé que este era el mejor lugar para contártelo.
-¿Un parque lleno de niños? Bueno, da igual. ¿Qué has averiguado?
-Ya sé quién tiene tu capa -dijo mientras señalaba disimuladamente a un hombre- Tiene una casa en las afueras.
-Vale, pero quiero ir contigo a recuperarla.

Siguieron a aquel hombre durante todo el día hasta, que por fin, fue a su casa. Era una mansión con un gran número de cámaras de seguridad.
-¿Y ahora qué? -preguntó la chica.
James Bond señaló un camión que se acercaba. Expulsaron al conductor y se montaron. Consiguieron llegar hasta la casa sin problemas. Una vez dentro, pelearon contra bastantes guardias para llegar al último piso.
Subieron muy deprisa las escaleras y allí estaba. Una capa roja se encontraba colgada en medio de la sala. La chica avanzó hacia su capa, pero se detuvo al descubrir a un hombre situado enfrente de ella.
-No te vas a llevar esa capa -dijo aquel hombre con tono amenazador.
James Bond sacó una pistola, pero el enemigo también. Ambos se quedaron quietos, preparados para disparar. Caperucita, aprovechando que nadie la miraba, cogió su capa y salió corriendo. James Bond disparó, fallando a propósito, y también se marchó antes de que el hombre reaccionara. Los dos pudieron escapar sin problemas de aquella casa. Cuando estuvieron lo bastante lejos, pararon.
-¿Por qué es tan importante esa capa? -preguntó él.
-Es el único recuerdo que tengo de mi padre.
-¿Y por qué te la robó aquel hombre?
-Mi padrastro lo hizo para molestarme.
-¿Qué? -preguntó extrañado.
-Toma tu recompensa .dijo la chica mientras le daba el maletín.
Después se fue. James Bond lo abrió y cogió el dinero.
-¡Estos son billetes falsos! -gritó enfadado.
La chica, que se había alejado bastante, paró un momento y le miró.
-¡Nunca te dije que fueran reales! -dijo mientras volvía a correr.

Comentarios