Vivir de escribir

Es imposible. Ya lo sabía antes siquiera de intentar dedicarme a esto. Y me duele especialmente porque es lo único que se me da bien, lo único en lo que me veo trabajando: escribir.

Hace más de un año que empecé a enviar mi primera novela original a editoriales. Solo he recibido rechazos o silencio. Uno te hace pensar que simplemente has tenido mala suerte. Un segundo que parecía no ser la editorial indicaba, aunque fuera esa precisamente en la que más veías tu novela. Tres ya empiezan a ser demasiados. Y cuando la gran mayoría te rechaza, te queda la duda de si esas, que todavía no han respondido porque no han llegado a los seis meses, o incluso las que llevan más tiempo, en un día cualquiera vas a recibir la respuesta positiva que esperas. Te dicen que no pasa nada, que es como una lotería, que los rechazos no tienen que significar que escribes horrible y nadie va a querer leerte nunca, que es cuestión de que hay algunas novelas que les han interesado un poco más y no pueden publicar todo lo que quisieran. Y sí, lo entiendes, parece cierto, pero eso no borra los pensamientos negativos de tu mente.

Lo que decidí fue ponerme con la siguiente novela mientras esperaba la respuesta de la anterior, pero en un año apenas he conseguido avanzar mucho. Temas personales, que podrían resumirse en que el mundo es una mierda sobre todo si no eres como los demás, como las personas normales para el que está hecho, que deterioran más tu mala salud mental, junto con los rechazos, que me dejaron y dejan sin ánimos para poder escribir. Porque... "Estoy perdiendo el tiempo con esto" "Debería centrarme más en algo que me vaya a dar dinero" "Si la primera no ha conseguido nada, ¿cómo voy a estar segura de que la segunda si?" "Tal vez es que no escribo tan bien o no escribo lo suficientemente interesante para los demás"...

En este último año he escrito mucho menos y eso poco ha sido precisamente para Wattpad. Ese lugar de internet es el que más me ha animado. Escribes un capítulo, le llega a gente y a esa gente le gusta, te lo hacen saber con sus votos y comentarios. Es algo básico de las redes sociales, lo sé, pero no por ello deja de gustarme. Es lo que me anima a seguir escribiendo, lo que me hace ver que tan mal no lo hago, que hay gente a la que le gusta, que quiere leerme, incluso que está esperando mis actualizaciones. Y eso, irremediablemente, provoca que cuando necesito ponerme a escribir tire de fanfics. En ellos estoy más relajada, sin la presión de hacerlo perfecto o plantearme si está bien que lo haga así. También me permite experimentar, me da libertad para que pueda probar diferentes formas de narrar o de desarrollar la historia. Pero todo esto, claro, no da dinero. La página tiene una muy mala forma de recompensar a sus usuarios más queridos por el resto, es casi imposible poder siquiera entrar al programa para poder recibir una pequeña parte de las ganancias que generas con las visitas. Si funcionara de forma simple y para todos por número de visitas, no podría sacarme mucho, pero algo de dinero sí ganaría, lo mínimo para motivarme a probar a subir más cosas ahí.

Además de Wattpad, también tengo la opción del blog clásico. Puedo publicar todo lo que quiera, pequeños escritos o reflexiones, con la temática y forma que más me guste. Además aquí era más fácil optar a ingresos, al menos en la época de blogger. Ahora, como todo, ya no es tan sencillo y todavía sigo sin conseguir que me lo aprueben. Quería convertirlo en otro lugar seguro donde escribir y, si acaso, ganar aunque fueran unos céntimos, pero no lo consigo. La época dorada de los blogs pasó y las únicas visitas que recibo son de cuando anuncio en Twitter que he subido entrada, las mínimas, por supuesto. La idea por la que surgió el blog en sus inicios fue tener como una página personal de escritora, para cuando pudiera publicar subir aquí extras y más cosas que escribiera como microrrelatos, además de servir de guía uniendo todo lo que voy logrando. De momento no he llegado a eso. Y temo que no lo vaya conseguir.

La última opción, algo más posible, son los concursos de escritura. Desde el 2018 o así que llevo presentándome a todos los de microrrelatos que puedo, nuevamente sin mucho éxito. He ganado unos pocos, pero pequeños y que el premio no era precisamente dinero o publicación en antologías más o menos serias. El único reconocimiento que he podido ganar con ellos, además de la alegría de escribir algo lo suficientemente bueno para que gane y que me lean unas personas más, es que al buscar mi nombre en Google aparezca que he ganado esos concursos. Un pequeño avance en mi huella digital que a futuro me beneficiará.

Y poco más hay, vivir de escribir es casi imposible, entrar a este mundo y hacerte un pequeño hueco es muy complicado. Quiero seguir luchando por ello, porque es mi sueño, pero según va pasando el tiempo, las fuerzas me van dejando.

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