Zorro blanco

Con este microrrelato empiezo ya con los que escribí en el 2019, ese año tan cercano y lejano a la vez. Es previsible, pero también bonito. Me gusta cómo quedó.


Zorro blanco

Mi abuelo siempre me contaba historias sobre seres fantásticos que habitaban los montes. Me hablaba de hadas que concedían deseos, de fantasmas que acechaban en la noche, de árboles que hablaban o de ríos que corrían hacia arriba. Mi preferida siempre fue la del zorro blanco, la forma que adaptaba el alma para poder ver una vez más a sus seres queridos. Mi abuelo murió cuando tenía trece años, pero sus historias siguieron vivas en mí. Con miedo a olvidarlas, las escribí en un cuaderno y allí permanecieron hasta que conseguí publicarlas. Con el primer ejemplar en mis manos corrí al bosque. Ojalá pudiera verlo mi abuelo, pensé. Poco después escuché algo  entre unos arbustos. Con cuidado me acerqué y un pequeño animal saltó ante mí para después huir. Incapaz de moverme, contemplé cómo se alejaba. El zorro blanco se giró para mirarme antes de desaparecer entre rocas.

Comentarios